domingo, 31 de enero de 2016

Las Enguinzas

Tras reunirnos todo el grupo (hacía tiempo que no íbamos tantos a una marcha) en Solares, para desayunar en el Jaque y terminar desayunando en el Snack Bar El Sol (hay que acordarse de él para la próxima, porque como decía Javi las tortillas “las cortan en 6 pinchos en vez de 8” y además están muy buenas) partimos hacia Mirones. Más concretamente al barrio La Cantolla desde donde comenzaríamos la ruta. 
"¿Por dónde era? Es que esta la hice hace 10 años"
Tras un comienzo un poco dubitativo (yo creo que si hubiéramos seguido por dónde íbamos a ir en un principio hubiésemos llegado al mismo sitio) y con la ayuda de un chaval oriundo de la zona, comenzamos la ascensión en dirección a Peña Pelada, abandonando una pista hormigonada para continuar por una senda que nos llevaba por La Ballosera hasta un collado donde alcanzamos las primeras vistas de Peña Cabarga y Santander. 

La Ballosera
Del collado, solo quedaba subir a la cima de Peña Pelada.

Desde el collado con vistas a Peña Cabarga y Santander.
Cima de Peña Pelada
Peña Pelada. 
¿Donde queda ese buzón? Solo queda la placa
Tras las fotos de cima comenzamos el descenso de Peña Pelada, en dirección a una cabaña donde pegara menos el viento para tomar las 11 (aunque ya fuesen las 12, cuando llegamos). Bajando encontramos algún paso estrecho entre rocas, por el que a alguno no le entraba el culo, aunque no mencionaré a quien.
Cabaña entre Peña Pelada y Castrejón
El siguiente tramo suponía la ascensión al Castrejón, que subimos a derecho por la empinada ladera norte y en cuya cima nos sentamos para sentir menos los efectos del fuerte viento que soplaba, mientras esperamos a los que iban llegando por detrás. 
Vistas desde Castrejón
Bajamos por la vertiente contraria y, tras encontrar el camino sin ninguna dificultad para los que llevamos estudiada la ruta, aunque hubiese alguno que pensara que lo único que hacíamos era dar rodeos y no se fiase de la orientación del guía, es decir, la mía, que hice la ruta hace 10 años, llegamos a un camino principal. Es por este que pasaron algunos de los miembros del club la vez que intentaron hacer la misma cima principal pero acabaron haciendo otra ruta, entre los que estaba uno de los que me criticaba en mi labor de guía. 
Sendero hacia Las Enguinzas desde Castrejón
Cruzamos este camino y la senda nos lleva derechos al collado previo a la ascensión a Las Enguinzas, desde el cual se veían los Pozos de Noja (lugar en el que acabaron la anterior vez que intentaron realizar esta ruta) pese que alguno no le convenciera que se llamaran asi, porque a su entender Noja quedaba muy lejos de allí. La verdad es que no les faltaba razón, lo que no sabía es que ese paraje también se llama Noja, concretamente Somo de Noja. 

Somo de Noja
Cima de Las Enguinzas
Buzón en Las Enguinzas
En la cima, tras deliberar sobre el estado del clima, con la conclusión del “Presi” de que era despejado con viento medio (ni que llevase un anemómetro encima) descendimos hasta el collado del Campón, entre la Peña de los Lobos y Peña Herrera, no sin antes enriscarnos un poco para dar emoción a la ruta y hacer una pequeña destrepada. Es lo que tiene salirnos de los caminos y tirar a derecho para atajar. 
Atajando y destrepando
Aquí comimos, alguno ya estaba, en las ultimas así que no admitiría dar un paso más (y menos subir otra cima jejeje). Tras reponer fuerzas comenzamos el descenso hacia La Cantolla, comenzamos a descender dejándonos caer por El Canalón, lugar donde nos encontramos a un pastor que buscaba a sus ovejas, presuntamente atacadas por perros (o eso dijo, ya que afirmaba que lobos no había). También amagó con dar un cachavazo al “Presi”, el cual, vio muy cerca el palo. En este lugar nos dimos cuenta que nos habíamos desviado y no teníamos que haber bajado por El Canalón sino un poco más a mas izquierda, así que siguiendo los pasos del pastor fuimos al encuentro del camino.
¿Otra vez perdidos? Ya comentamos que quizá no había que atajar...
Por lo menos el camino es bonito.
Una vez en el camino correcto fuimos descendiendo, viendo cómo iba aumentado, a medida que perdíamos altura el arbolado y mientras tanto, el “Presi” nos explicaba como por debajo de los 1.500 m de altitud era recomendable llevar pantalones largos, ya que por debajo de esta altitud, es donde predominan escajos y zarzas y te puedes pinchar las piernas. Llegamos hasta el PR que recorre el macizo de Las Enguinzas y más adelante empalmaríamos con el camino que baja hasta La Cantolla, no sin antes cruzar por enésima vez una portilla, cosa que llevamos haciendo desde que comenzamos la ruta, menos mal que esta vez no hubo ni que saltar ni arrastrarse por debajo para cruzarla.
Terminando la ruta...

... de vuelta a La Cantolla

Final en La Cantolla
La ruta se puede consultar en wikiloc aquí.

Y el resto de las fotos aquí.

miércoles, 13 de enero de 2016