domingo, 14 de enero de 2018

RAQUETADA POR PEÑA RUBIA Y PEÑA ASTIA

Tras las fiestas navideñas nos fuimos a hacer la primera ruta del año y a desempolvar las raquetas que el año anterior no las llegamos a usar debido a la poca nieve que hubo. El objetivo era hacer Peña Sestil, pero al final no fue este pico el que hicimos, ya que tras comprobarlo posteriormente en casa, lo que alguno pensábamos que era Peña Sestil, se convirtió en Peña Astía.
Este día toco madrugar y no desayunar de camino (cosa rara, pero justificada) hacia la zona de Brañosera, primer ayuntamiento de España, dato que siempre que venimos a esta zona comentamos pero que después se nos olvida, hasta que lo volvemos a leer cuando regresamos y lo contamos como si nunca hubiésemos hablado de ello. El lugar de comienzo de nuestra ruta, concretamente era el aparcamiento de La Collada que está antes de llegar al Refugio de El Golobar que es lo que queda del proyecto que hubo por los años 70 de construcción de una estación de esquí y un parador.

De camino nos encontramos con bastante nieve en el tramo entre Espinilla y el cruce hacia El Golobar, lo que hicimos que tuviésemos que ir muy despacio, por precaución y sobretodo a partir del cruce, es más, no pudimos continuar por la carretera que accede al aparcamiento, con el coche, porque estaba cubierta por nieve, no llevábamos cadenas y la quitanieves aun no había pasado. Además en el cruce no había hueco para dejar el coche, por lo que acabamos bajando a Brañosera para aparcar el coche. Una vez conseguimos llegar y aparcar comenzamos a andar con frío (el coche marcaba -6° C) de manera algo perezosa ya que todo lo que habíamos descendido en coche hasta Brañosera, ahora teníamos que subirlo andando y llega hasta el aparcamiento de La Collada (unos 4 kilómetros y medio por carretera).
En la Collada nos ponemos las raquetas y comenzamos a realizar la ruta como teníamos pensado. Desde aquí subimos a derecho junto a un vallado, buscando el mejor camino, por un terreno un poco incomodo, ya que bajo la nieve había matorral y a veces se nos hundían las raquetas más de la cuenta. Al final de esta subida, se encontraba la cima de Peña Rubia, que se distinguía por un gran jito de piedras.
Continuamos por la arista de la Sierra de Hijar, hacia la cima de lo que pensábamos que era Peña Sestil, pero buscando un lugar donde cubrirnos del viento para tomar las 11. Tras un rato andando, hacemos una pequeña subida hasta la cima de la que resulto ser Peña Astía. Allí miramos la hora y comprobamos que vamos a estar muy justos para llegar a comer a Brañosera (es que es hablar de Brañosera y pensar Casa Cholo) donde habíamos reservado a las 3 de la tarde, ese era el motivo por el cual no habíamos desayunado por el camino, para que nos diese tiempo a llegar a comer y así todo, ya estábamos justos de tiempo, así que teníamos que buscar la alternativa para bajar lo mas a derecho posible.

En un principio la ruta original que pensábamos hacer era bajar a El Golobar y de allí ir al aparcamiento de La Collada donde supuestamente deberíamos tener el coche, pero debido a las circunstancias, en vez de esto, continuamos hasta el collado que hay justo antes de hacer la cima del Valdecebollas, aunque alguno parece que subió sin que el resto nos diésemos cuenta (se parece a Flash) y desde allí bajar hacia la izquierda por lo que parecía una pista tapada por la nieve.



Por cierto, para llegar a este collado se bordea Peña Sestil o Sestil Alto, por la derecha y al descender hacia la izquierda acabamos rodeando el pico que teníamos como objetivo cuando salimos de casa, aunque nos falto hacer cima. Bajando por la pista, aunque en algún tramo no sabíamos muy bien por donde iba, ya que estaba cubierta por la nieve, aceleramos el paso, al menos los que no teníamos problemas con las raquetas ya que a “Flash” no se le ajustaban bien y se le salían. Tuvimos que atravesar un par de vaguadas, lo cual, fue bastante desesperante, porque cuando parecía que ya casi estábamos, la pista cambiaba de dirección para hacerlo.


Finalmente tras una bajada que se hizo muy larga llegaríamos a Brañosera y además justo a tiempo para comer, así que nos salió todo redondo, salvo la confusión de cimas. Para ser la primera ruta del año y primer contacto con las raquetas y la nieve en más de un año, no ha estado nada mal e hicimos bien de hambre para darnos un homenaje donde Cholo.