Como es costumbre nuestra comenzamos el día desayunando y así de paso haciendo
tiempo para esperar a los mas rezagados, Fermín, un nuevo fichaje de esta temporada
que trabajó por la noche y a José Luis que apareció con un cambio de look que se hizo
para correr la UTMB Mont-Blanc 2022 en Chamonix (merecía la pena esperar a nuestro
Kílian Jornet particular).
Una vez todos reunidos nos ponemos en marcha a la localidad de Pujayo, próxima a
Bárcena de Pie de Concha. Aquí se nos vino a la cabeza la posibilidad de que hubiese
una cacería al ver que había cazadores en la puerta de un bar. Sin embargo al estar en
Bárcena y no ver ningún cartel que lo indicara cuando llegamos a Pujayo, no nos volvimos
a preocupar y comenzamos la ruta.
El comienzo de la ruta es a cañón hacia arriba, cruzando portilla tras portilla los estacados
que separan los prados que hay sobre Pujayo.
Llegamos a una pista que sube desde
Molledo y seguido a una campa donde termina, Braña Navajo, desde aquí nos queda
subir de nuevo a cañón hasta la cima del cueto Navajos, la diferencia, es que esta vez
seria entre bardales, ya que no estaba muy limpio que digamos (aunque se podía pasar
pinchándose un poco), salvo el ultimo tramo donde habían quemado los escajos y se te
metía el polvo del terreno quemado en los ojos con el viento sur que hacia.
Así todo el peligro de la ascensión a esta cumbre no residía en los pinchazos que te
pudieras llevar, sino en las balas que te pudiesen disparar. Pues justo de la que estamos
subiendo por mitad de la ladera, observamos un cazador, el cual nos indica que estamos
en medio de una batida de jabalí. Ante su falta de indicaciones claras de hacia donde
podemos ir para quitarnos de en medio, seguimos subiendo hacia la cumbre donde
encontramos otro grupo de cazadores que nos indican que si subimos al Navajos y luego
vamos hacia el Obios por la cumbrera no tendremos problema de meternos en medio del
campo de tiro.
Tras sufrir (unos mas que otros) por nuestras vidas durante una tensa ascensión,
hacemos cumbre en el Navajos (1.066 m). Alucinaríais lo rápido que es capaz de subir
alguno cuando sabe que hay gente con rifles alrededor. Nos hacemos unas rápidas e
incomodas fotos ya que el viento que había, hacia imposible permanecer mucho tiempo
en la cumbre.
Continuamos como teníamos pensado y como nos indicaron los cazadores por la
cumbrera de esta sierra, la cual forma parte del límite Este del Parque Natural Saja-
Besaya, pasamos por la pequeña cima del Alto de la Rasía, la cual da nombre a dicha
sierra y buscamos un lugar un poco cobijado donde tomar “las 11”, antes de llegar al
collado de Los Cantones.
En Los Cantones al fin vimos la primera indicación de cacería en una pista que baja hasta
Pujayo. Afortunadamente nosotros de aquí tenemos que seguir hasta el Obios (1.221 m),
lo cual es una fácil ascensión, primero por pista y luego la abandonamos para subir mas a
derecho.
Empezamos el descenso por el monte Vaocerezo, siguiendo la arista que marca el límite
del hayedo. Hasta que llegamos a un punto que el camino se mete en el bosque y nos
entran las dudas de de si vamos por el camino correcto y se empieza a comentar lo típico
“nos hemos pasado, pero no se veía camino” o de si “tiramos a derecho por el bosque”.
Aunque esas dudas se terminan rápido, porque de repente vemos a un cazador con un
perro y tras volver a cagarnos un poco en los pantalones, decidimos salir de allí pitando,
con la buena suerte que ademas tomamos el camino correcto que nos saca a la pista por
la que bajamos a Pujayo.
En la bajada vimos a otro pero nos dijo que ya les faltaba poco para terminar y que
mientras fuésemos por la pista no había problema. Así que el ambiente se calmo y
comenzaron conversaciones a acordes con la hora de comer que ya iba tocando, y los
temas de conversación ya cambiaron hacia comida vegana, sin gluten o sin lactosa.
Todas las fotos aquí.
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