Tras reprogramar la ruta prevista al Pico Murcia, posponiéndolo para otro fin de semana con mejor previsión meteorológica en la zona, gracias a la aportación de Marcos decidimos decantarnos por la zona oriental de Cantabria, más concretamente por el valle del Asón. Y es a Ramales donde nos lleva la ruta en la que ascenderemos a la cima por excelencia del municipio: El Pico San Vicente (910m).
Esta ruta parte del otro lado del Río Gándara, el cual podemos franquear por el puente que hay al final del pueblo, pasada la gasolinera, o bien un poco antes, a mitad más o menos, por una de las calles antes del Ayuntamiento, que nos lleva junto a la Quesería Quesos Prama, hasta el puente que nos cruza el Gándara. Desde el cruce tras el puente podemos ver un puente romano, que no cruzaremos ya que tomaremos la vía que sube por el Gándara, junto al cartel explicativo de la ruta PR entre el barrio de San Vicente y Ramales. La diferencia es llevar el sendero que asciende junto a la orilla del río (que tomaremos de regreso) o uno un poco más alto, pero ambos rodean la base del San Vicente para alcanzar el barrio de Soba.
Hay varios senderos y pistas que se van cruzando, unos de acceso al río y otro a los barrios y zonas de pastos. Siempre debemos procurar dejar el San Vicente a la derecha y el Gándara a la izquierda. Después de 45 minutos llegamos al cruce que une ambos caminos, juntándose para llevarnos hacia Manzaneda.
Después de este cruce de caminos nuestro sendero se separa hacia Manzaneda ascendiendo por el bosque, dejando atrás el camino hacia incedo. Este cruce viene claramente señalizado por un poste ya que ambas rutas pertenecen a PR’s.
El camino desde este punto se endurece por el aumento de la inclinación, que no dará descanso ya hasta Manzaneda(Soba). Algo destacable, en esta zona en la que abundan las cavidades, es una cueva a la derecha del camino, que nos serviría a la vuelta para resguardarnos del viento para comer.
Pero no paramos aún y llegamos a Manzaneda, aunque no nos adentramos en el barrio ya que un cartel nos enfila directos hacia el San Vicente, marcando desde aquí 55 minutos (alguno más será…) Ya llevamos dos horas caminando y la costumbre de parar a almorzar empieza a hacerse más notable. Decidimos parar junto al camino para poder compartir “las once”, eso sí, a las 12:15h…
Tras el almuerzo ya solo queda ir siguiendo los hitos que nos llevan por una zona ya algo más técnica para ir subiendo y trepando hasta la cima del San Vicente. El viento cada vez se hace más presente y en la cima solo hace para tomar las fotos de rigor y comprobar que quedan restos de un misterio de los que se han independizado el niño con la mula y el buey. Un último vistazo a las vistas de la costa, Santander, Santoña, y de Soba, al sur, la Sía.
Dado el tiempo que nos ha llevado hasta ahora la ruta y sabiendo lo cortos que son los días en esta época del año, decidimos volver de nuevo hacia el Gándara y así recorrer el camino que va junto al río.
La bajada es más rápida y el viento no nos da tregua para comer, por lo que volvemos a la cueva que vimos mientras ascendíamos y así, al resguardo de esta abertura de la montaña, compartimos la hora de la comida.
Ya una hora escasa nos queda, descubriendo que el camino de la orilla es mucho más bonito que el que tomamos para subir por la mañana, sin duda un buen aporte para cualquiera que quiera hacer esta ruta y como sugerencia ya que llevan al mismo sitio pero con un paisaje más agradable.
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