Travesía de 3 días por los Picos de Europa, partiendo de la población de Sotres, donde regresaremos dentro de dos días. Debido a que todos los participantes no hemos podido contar con el viernes libre, quedamos en encontrarnos en Puente Poncebos para proseguir la ruta juntos.
La primera parte de la ruta transcurre a través de los invernales de Sotres, ascendiendo a collado Pandébano desde donde se desciende a Bulnes. La humedad y las precipitaciones de estos días hacen que el terreno de descenso esté cubierto de barro y de este modo es fácil resbalar lo que hace algo incómodo esta parte de la ruta. Pero una buena comida en Bulnes, y sobre todo con el atento servicio, que hasta nos dio de comer a la boca, nos hacen olvidarnos de esta primera parte. Solo nos queda descender hasta Poncebos para bajar las cañas de las que ya hemos dado cuenta y esperar a los que se nos unen en el comienzo de la Ruta del Cares.
Tras un rato de espera, el resto del grupo se une para atravesar por la ruta del Cares la distancia que nos separa de Caín, donde vamos a pasar la primera noche. Un comienzo lleno de gente que vuelve de esta localidad se convierte en solitario camino hasta prácticamente el comienzo de la canal del agua, donde varios excursionistas "despistados" por los carteles de la ruta pensaron en poder hacerla fácilmente sin pensar que a estas horas ya el tiempo juega en contra, por lo que deciden al cruzarse con nosotros regresar a Caín.
Los ocho del Bayern al Barça (nueve realmente por encajar uno en propia meta) no nos amargan la cena aunque serán parte de mofa del comienzo de la ruta tras un desayuno temprano para poder afrontar Dobresengos lo antes posible, con la "fresca". Partimos de Caín sobre las 8 cogiendo el camino de ascenso por la salida del pueblo hacia Posada, girando hacia la izquierda, dejando de lado el sendero a Valdeón para comenzar a ascender el Canto que nos dará paso al sedo Mabro. Pese a que el camino hace necesario el uso de las manos, no es suficiente para preocuparnos demasiado a parte de a nuestro "organizador", que "no lo veía claro".
Llegados al sedo podemos contemplar lo que nos esperaba y lo que habíamos salvado ya desde el cartel de la canal abajo en la ruta del Cares. Vamos ascendiendo poco a poco pasando por la única fuente disponible en nuestra ruta, en la Espipera, hasta que lleguemos al refugio de Urriello. A lo lejos podemos ver a dos trail runners que comenzaron algo antes la ruta así como otro solitario que nos sigue en la distancia.
El camino nos hace atravesar una canal de deshielo llamado el Canalón, cubierto de piedras sueltas tras el Hoyo de S. Ligiesto, para alcanzar Joyo Redondo. Poco antes de la Garganta de Hoyo Grande paramos para tomar las once. Es aquí cuando vemos a nuestro "perseguidor" avanzar en la búsqueda de refugio por si la tormenta anunciada para las 15h. le sorprendía.
Pasando bajo la Torre del Pamparroso nos adentramos en Hoyo Grande, pasando primero por el Bajero, tras el cual vemos que nuestro amigo ha parado junto a una gran roca con un pequeño refugio. Seguimos atravesando el grupo de Hoyos, pensando que ascendemos más rápido de lo que en realidad hacemos y "confundiendo" el muro del hoyo cimero con los Picos Arenizas, por lo que al llegar a Cimero nos damos cuenta que aunque ya queda poco para llegar a la Horada Caín, aún estábamos bajo la Torre Coello en lugar de cerca del Tiro del Oso. Tras un último y costoso esfuerzo para ascender por el pedregal que nos separa del Collado u Horcada, podemos descansar pues la subida ha terminado. Paramos a comer y dejar que nuestro infatigable acompañante nos vuelva a pasar.
Recorriendo el camino de descenso hacia el Jou Sin Terre le vemos deambulando de un lado para otro buscando un lugar donde pasar la noche. Nosotros nos dirigimos al sendero que bordea el Jou para cruzarse con la ruta que viene de los Boches en la Garganta del Jou Sin Tierre. La niebla nos rodea y no nos permite ver más allá del camino bajo nuestros pies, pero no tiene ya pérdida a nuestro destino, el Refugio de Úbeda donde la falta de ducha y lugares de esparcimiento previos a la cena nos ensombrecen la buena ruta realizada. Si que es verdad que atravesamos un tiempo raro lleno de restricciones por la pandemia, pero ni tanto ni tan calvo, que bien podíamos haber ocupado la misma mesa que usaríamos para cenar más tarde, en lugar de esperar hacinados en el pasillo tras la recepción, ya que en la calle la niebla no permitía estar sin calarnos hasta los huesos.
Se planteaba un incierto desenlace del final de la ruta, por el tiempo, el cansancio del día anterior, y eso nos lleva erróneamente a no madrugar y comenzar a caminar tras el desayuno a las 9 de la mañana, en lugar de las ocho. El día amanecía prácticamente despejado y eso nos empujaba a terminar la ruta ascendiendo a collada Bonita y terminado en Sotres para comer.
Pese a que nos nos creíamos capaces, tras el calentamiento descendiendo del Refugio hacia la Canal de la Celada nos hace ver de lo que somos capaces. La vista de la cara sur del Urriello y de esta "escondida" parte en el Hou tras el Pico nos alientan para la subida pedregosa de la canal que entre la Torre del Oso y la Aguja de los Martínez toma el nombre de Collada Bonita. Pese a que a mucho, por el esfuerzo, no les parece bonita, todos disfrutan de la foto que presta con el Urriello al fondo.
Lo que restaba ahora era descender atravesando pequeños Hous, grietas y simas para descender el Valle de las Moñetas hasta las Vegas del Toro. Alcanzada la Vega de Carrizosu la meta se nos hace cada vez más cercana y pensamos más en la llegada a Sotres que unas horas atrás veíamos difícil. Si bien habiéndonos levantado antes estaríamos en una posición más cómoda, todos nos habíamos superado y un par de horas nos separaba de llegar para comer en Sotres y no tirar de los restos de comida que nos quedaban.

Llegados a las 14:15 a las Vegas, tras juntar el camino de bajada con el que baja de Peña Castil por el Camburero y luego Fresnedal (o Canal Parda) en el Cabezu del Fresnu. Ambos caminos discurren ya como uno hasta las Vegas de Sotres o de Toro. Tomamos la pista con fuerza y atravesamos Duje para llegar al Texu y comenzar a subir la carretera a nuestro destino. Ya solo nos quedaba pensar lo que íbamos a escoger del menú para comer. Reto conseguido. Otra ruta más exitosa para el Club.

*** PROXIMAMENTE ***
Este fue el track de la ruta desde Poncebos.
Y para ver el resto de las fotos puedes acceder al álbum del Club aquí.
He de decir que yo no tire los restos de comida jejeje
ResponderEliminarNo se dice nada de llevar a un madrileño de lastre 😝.Buena crónica.
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